Parafraseando a Raúl Rivera Andueza, Latinoamérica es una fusión de razas, nacionalidades y culturas sin precedentes en la historia mundial, donde se mezclaron genes y culturas de todas partes en un todo. Somos los mestizos del mundo; en nuestra mezcla racial han participado todas las razas del planeta, en mayor o menor medida; no sólo somos el resultado del mestizaje de aborígenes americanos, europeos medievales y africanos; a esa mezcla iniciada hace cinco siglos, se sumaron corrientes específicas de inmigración de todos los rincones de la tierra, incluyendo el extremo y el medio oriente.
Nuestras culturas aborígenes fueron ignoradas, reprimidas y arrasadas durante siglos, así que es muy poco conocido el importante desarrollo alcanzado por ellas antes de la llegada de los europeos y, como dentro del escenario económico contemporáneo mundial hacemos parte de la porción sub desarrollada del globo, a nuestra inmensa riqueza natural y cultural se le ha restado notoriedad e importancia.
Diversos factores históricos internos y externos han determinado nuestra situación actual en el panorama mundial: pobreza, desigualdad, violencia y narcotráfico son aspectos protagónicos de la imagen y de la realidad contemporánea latinoamericana: La región tiene un 29,2% de habitantes en la pobreza, un 12,4% en la indigencia y una desigualdad 30% más alta que el promedio mundial.
Latinoamérica es la principal proveedora mundial de cocaína; tres países de la región lideran la producción de esta sustancia: Colombia, Bolivia y Perú; las consecuencias de esto a nivel económico, social y ecológico para la región son lamentables.
Cerca de 30 millones de latinoamericanos han emigrado a otros rincones del planeta; una gran parte de ellos para engrosar la oferta de mano de obra no calificada en países desarrollados, convirtiéndonos así en los sudacas de España, o los wet-back de Estados Unidos. Pareciera que esto, sumado a nuestra memoria colectiva de excolonias y a la forma como nos hemos visto reflejados en los ojos del mundo nos hubiera atropellado el orgullo regional; muchos latinoamericanos tienden a considerar siempre mejor lo extranjero que lo propio.
Pero también hemos exportado talento profesional y artístico destacado que ha mostrado una cara diferente de esta región, haciendo que una porción cada vez más grande de la población mundial tenga otro tipo de referencia asociadas a la región: las frutas, el café, la belleza de sus mujeres, su riqueza cultural, su música, su arte y su naturaleza exuberante.
Hay muchas razones que hacen de Latinoamérica una región muy especial desde sus orígenes que se remontan a antes de su “descubrimiento” en 1492, hasta hoy, como lo muestran los siguientes datos curiosos:
- La región de Latinoamérica es la mayor masa continental del mundo con 20 millones de kilómetros cuadrados. ¡Esto es el doble del tamaño de Estados Unidos, el doble de China o cuatro veces la Unión Europea!
- Es en Latinoamérica y no en Egipto donde se encuentran las momias más antiguas del mundo; ¡son las momias de la cultura Chinchorro ubicada entre los actuales Chile y Perú!
- Hace 10.000 años, sólo 6 civilizaciones en el mundo lograron inventar la agricultura (el mayor avance tecnológico posible de su momento): dos de ellas eran latinoamericanas: la andina y la mesoamericana. Las otras fueron los sumerios, los egipcios, india y china.
- La primera civilización que inventó el concepto moderno del Cero fueron los mayas en Centroamérica y lo registraron desde el siglo 32AC.
Es seguro que la inmensa riqueza natural latinoaméricana determinó el desarrollo de estas civilizaciones tan avanzadas, pero su aniquilación a la llegada de los europeos y la fragmentación política en la que desembocaron nuestros procesos de independencia son algunas de las causas de nuestra limitada integración económica y política.
Es una triste realidad que los latinoamericanos tengamos una escasa consciencia e identidad de raza; nos hemos enfrascado en identificarnos con base en nuestras ciudades o países de origen, perdiendo de vista que, más allá de nuestras fronteras, tenemos una cultura y una historia común; somos una sola raza. De hecho, cuando viajamos por fuera del territorio latinoamericano, a los ojos del mundo y más allá de ser venezolanos, peruanos, chilenos, mejicanos o colombianos, ¡somos reconocidos simplemente como Latinos!!!
Latinlán es un espacio de orgullo latinoamericano; Latinlán quiere promover y revalorizar la cultura y las tradiciones latinoamericanas; algunas de las cuales existen desde antes de la llegada de los europeos, como es el caso de la Tejeduría y la Gaita sanjacinteras que presentamos en nuestra primera colección.
Latinoamerica es alegría, es música, es baile, es belleza, naturaleza y cultura!!! Ayúdanos a conservar nuestras tradiciones, comprando productos Latinlán.